Hola de nuevo a todos!!!
Después de unos días de parón, disfrutando de mi tierra y Sanfermines, vuelvo a la carga. ¿Os animáis a dar un paseo en bici por el Golden Gate? Y es que en el post de hoy, me gustaría compartir con vosotros como vivimos esta experiencia. Una más de nuestro viaje de novios.
Hace unos días, os conté como vivimos y experimentamos la ciudad de San Francisco, pero dejé para otro post el Golden Gate. Y es que para nosotros fue una experiencia muy, muy especial.
Dedicamos un día entero al Golden Gate, teníamos muy claro, que queríamos visitarlo en bici. Desde que empezamos a organizar el viaje, era uno de nuestros imprescindibles.
Así que el nuestro último día en San Francisco, madrugamos, desayunamos como “deportistas”, nos calzamos ropa cómoda y nos fuimos al pier 39 para alquilar nuestras bicis y comenzar nuestra aventurilla.
La ruta que nosotros hicimos fue desde el pier 39 hasta Sausalito (un pueblecito al lado de San Francisco que es una verdadera cucada) ida y vuelta. Cuando alquilamos la bici, nos dieron tickets para poder volver en ferry a San Francisco, pero después de pasear un rato por Sausalito, fuimos a investigar como funcionaba el tema del ferry, y nos encontramos con una cola inmensa de gente. Nos dijeron que teníamos que esperar casi dos horas y que no nos aseguraban que tuviéramos sitio para la bici. Así que decidimos hacer la vuelta también en bici. Es totalmente factible hacerlo. Una, no es una deportista nata y acabé genial. Eso si, confieso que en las cuestas mas pronunciadas eché pie a tierra y subí andando…
El paseo es genial, está totalmente acondicionado para hacerlo en bici, con carriles bici tan anchos como no había visto en mi vida. A mi eso, al menos me dio seguridad, y te permite en muchos momentos poder ir a la par comentando las vistas que te vas encontrando.
Estas son algunas de las instantáneas que siempre nos quedarán para el recuerdo…
Alcatraz desde el pier 39 (lugar donde alquilamos las bicis)
Palace of fine arts.
Acercándonos al puente.
Cruzando el puente.
Skyline de San Francisco desde el otro lado del puente.
El puente desde la otra orilla.
¿Qué es lo que más me gustó de este día? La experiencia de recorrer algo tan mítico en bici. El cruzar ese puente que tantas veces había visto en las pelis (y ese puente lo estaba cruzando yo!). La tranquilidad con que nos lo tomamos. Esas paradas para tomar fotos, para sentarnos y disfrutar de las vistas y de la gente. Saltar, saltar como si me fuese la vida en ello (sería consecuencia de la emoción, pero me dio por saltar). Reír, descubrir, asombrarme, señalar y señalar… El paseo de vuelta, disfrutando de cada instante, con la cámara guardada, saboreando el momento sin más cosas que la bici y nosotros… Y el puente, el puente en si me dejó impresionada, por su construcción, por su valor, por él mismo.
¿Recomendable? Para mi 100%, sin ningún lugar a dudas. Invertimos todo un día, pero fue un día precioso que nos dejo un sabor de boca increíble.
Espero que os haya gustado este paseíto en bici!! Hasta el próximo post!!!
2 comentarios:
un paseo precioso
Si, una verdadera pasada! Gracias por tu comentario. Un beso!
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